Ciertos recuerdos de mi tierra natal, Argentina, me hacen notar lo poco que conozco los códigos de otros pueblos, de otras culturas. Llevo veinticuatro años como inmigrante en España y el que aquí también se hable castellano, aunque parezca mentira, poco y nada ayuda. Ya cada uno encontrará analogías en su propia cultura.
Últimamente he venido editando libros para una editorial feminista que hasta hace muy poco era llevada por una cliente de mi mujer. El último libro que edité, escrito por ella, habla del sufragio en Colombia (donde, según leí en su biografía, esta mujer, española, pasó mucho tiempo).
Entiendo que a nivel institucional, viniendo esto del europeo, la sociedad también ha sido patriarcal en América; por dar un ejemplo relacionado al tema del libro de esta señora, al menos en la Argentina la mujer tuvo derecho a voto recién a partir de 1950 (dudo que la motivación haya sido la justicia social). Pero a nivel mundano, por ejemplo en el seno del hogar, yo he notado que en la cultura latinoamericana, supongo que viene de la cultura del indio, hay una tendencia marcadamente matriarcal que no he notado aquí en España. Sin ir más lejos, en casa de mis padres la que mandaba era mi vieja y, salvo raras excepciones, lo mismo noté en casas de amigos y conocidos, tanto en sus padres como más tarde, en la adultez, con sus propias parejas.
Voy a dar unos ejemplos con un poco de humor. Como antes aclaré, no sé cuáles serán los síntomas en otras culturas pero en Argentina es fácil detectar al “pollerudo” (lo que en España llaman “calzonazos”).
Menciono algunos:
La lista es larga. Ya iré agregando otros.
©2025 - Walter Alejandro Iglesias